Descripción:
El pensamiento analógico, en forma de hermenéutica analógica, puede servir para romper los extremos de la cerrazón que impiden comprender, así sea mínimamente, al otro, y el de la apertura sin fin, que no es real sino imaginaria (si no es que fingida), y nos coloca en el punto medio frágil y movedizo del que trata de comprender, pero sabiendo que su comprensión no será absoluta, que tendrá pérdida, pero que, con todo, resultará suficiente, pues es la única que se puede alcanzar desde nuestra limitada comprensión. Será un conocimiento que nos permita criticar al otro desde nosotros y, también, criticarnos a nosotros mismos desde el otro, es decir, escuchar e incorporar las enseñanzas que nos proporciona dentro del diálogo enriquecedor que se entabla.La hermenéutica analógica privilegia la diferencia, pues esta última predomina en la analogía por encima de la identidad. Retomando una expresión de Lévinas, su manera de defender la diferencia será combatiendo la indiferencia que suele darse entre los seres humanos. Con ello se habrá protegido la diferencia de una manera crítica y con ciertos límites, dentro del marco de la convivencia social pacífica y justa.
Autor: Mauricio Beuchot
Editor: Dirección de Literatura y Fomento a la Lectura Área: Filosofía Edición: 1a Año: 2015