La primera globalización de alcance verdaderamente planetario ocurrió entre finales del siglo xv y el Siglo de las Luces. Gracias a ella se establecieron sutiles redes de dominio e intercambio que extendieron sus hilos por todos los continentes y abarcaron una multitud de naciones y culturas. La compañia de Jesús tuvo un papel fundamental en este fenómeno; su diligencia y su ambición intelectual han despertado desde entonces el interés de estudiosos de todo el orbe.