En su devenir, las formas artísticas se comportan como entes vivos afincados no sólo en diversos momentos y lugares de la cultura, sino en la tierra misma. Éste es el postulado central del historiador Henri Focillon en su clásico: La vida de las formas. Si algo está vivo es porque tiene una forma, y si tiene una forma es porque está vivo.
Autores: Henry Focillon.
Edición: 1ra. Edi. Publicación: 2010.